Principios biológicos que explican por qué los protistas son seres vivos:

 

Los protistas, a pesar de su diversidad y complejidad variable, comparten características fundamentales que los clasifican como seres vivos. A continuación, se detallan algunos de los principios biológicos que sustentan esta clasificación:

1. Organización celular:

• Célula: Los protistas son organismos eucariotas, es decir, sus células poseen un núcleo verdadero delimitado por una membrana nuclear, ADN organizado en cromosomas y orgánulos membranosos especializados como mitocondrias, retículo endoplasmático y aparato de Golgi. Esta complejidad celular les permite llevar a cabo funciones vitales como la respiración celular, la fotosíntesis, la síntesis de proteínas y la reproducción.

• Diversidad celular: Aunque comparten características básicas, las células de los protistas presentan una notable diversidad en cuanto a su estructura y función. Algunos protistas, como las amebas, tienen células simples con pocos orgánulos, mientras que otros, como las algas multicelulares, poseen células más complejas con una diferenciación celular marcada, formando tejidos e incluso órganos.

2. Metabolismo:

• Nutrición: Los protistas exhiben una amplia gama de estrategias nutricionales. Algunos son fotosintéticos, como las algas, y capturan energía solar para producir sus propios alimentos a partir de dióxido de carbono y agua. Otros son heterótrofos y obtienen nutrientes de otros organismos, ya sea por fagocitosis (ingestión de partículas sólidas), pinocitosis (ingestión de líquidos) o absorción directa de moléculas pequeñas.

• Respiración: La mayoría de los protistas realizan respiración celular, un proceso metabólico que libera energía a partir de moléculas orgánicas como la glucosa. Esta energía es utilizada para impulsar diversas funciones celulares, como el movimiento, la síntesis de proteínas y el transporte de moléculas.

3. Reproducción:

• Reproducción asexual: Los protistas se reproducen asexualmente por diversos mecanismos, como la fisión binaria (división de una célula madre en dos células hijas idénticas), la gemación (brote de una nueva célula a partir de la célula madre) o la esporulación (producción de esporas que germinan en nuevas células). La reproducción asexual permite a los protistas aumentar su número de manera rápida y eficiente en condiciones favorables.

• Reproducción sexual: Algunos protistas también pueden reproducirse sexualmente, lo que implica la fusión de gametos haploides (células sexuales) para formar un cigoto diploide (célula con doble juego de cromosomas). El cigoto luego se divide por meiosis para producir células hijas haploides con nuevas combinaciones genéticas. La reproducción sexual introduce variabilidad genética en la población, lo que puede ser beneficioso para la adaptación a cambios ambientales.

4. Homeostasis:

• Mantenimiento del medio interno: Los protistas, como todos los seres vivos, mantienen un equilibrio interno (homeostasis) regulando variables como la temperatura, la concentración de iones, el pH y la concentración de gases. Este proceso implica mecanismos fisiológicos que permiten ajustar estas variables a un rango óptimo para el funcionamiento celular.

• Adaptación al medio ambiente: Los protistas han desarrollado diversas estrategias para adaptarse a las condiciones cambiantes de su entorno. Algunos protistas pueden tolerar una amplia gama de temperaturas, pH o salinidad, mientras que otros poseen mecanismos para regular su osmólisis o eliminar toxinas.

5. Crecimiento y desarrollo:

• Aumento de tamaño y complejidad: Los protistas experimentan crecimiento y desarrollo a lo largo de su ciclo de vida. Este proceso implica la incorporación de nutrientes, la síntesis de nuevos componentes celulares y la división celular. El crecimiento puede ser gradual o acelerado, dependiendo de las condiciones ambientales y la disponibilidad de recursos.

• Diferenciación celular: En los protistas multicelulares, las células se diferencian en diferentes tipos con funciones especializadas. Esta diferenciación celular permite la formación de tejidos y órganos, lo que aumenta la complejidad del organismo y su capacidad para llevar a cabo funciones más complejas.

6. Evolución:

• Diversidad: La amplia diversidad de protistas existentes es el resultado de millones de años de evolución. Los protistas han evolucionado a partir de ancestros unicelulares simples y han dado lugar a una gran variedad de formas y linajes, cada uno con características únicas y adaptaciones específicas a su entorno.

• Selección natural: La evolución de los protistas ha sido impulsada por la selección natural, un proceso en el que los individuos con rasgos ventajosos para la supervivencia y la reproducción tienen más probabilidades de transmitir sus genes a las siguientes generaciones. Este proceso ha dado lugar a la adaptación de los protistas a las condiciones cambiantes del medio ambiente y ha contribuido a la gran diversidad que observamos hoy en día.